------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Amando el Mal
Capítulo I
Encontrándonos
Soranyi Margarita Vargas Chalas
Sonyi
POV ABIMAEL
Otra vez pisando la superficie. Otra vez vagando por estas calles, buscando una forma de sustento. Los veo pasar, caminar, pensando en sus problemas y no saben que yo estoy aquí, alimentándome de ellos, de sus temores, de sus miedos y de sus preocupaciones. Claro que a pesar de su ignorancia no están del todo desprotegidos, ese ser sádico que llaman Dios tiene su ejército para cuidar de estos seres inferiores, no sé qué le ve, para mí no son más que mi sustento; sus miedos, angustias y preocupaciones son el mejor manjar.
Pero sus protectores son un problema para mi, pues a menos que quiera enfrascarme en una batalla debo de alejarme de los que están protegidos. No todos tienen esos guardianes, pues según sus políticas, todos deben ir aprendiendo y tomar las decisiones correctas sin ser influenciados, ahí es donde entro yo. Unos son fuertes y por más que intento me es imposible lograr sacarle algo de lo que alimentarme pero esos son la minoría, en realidad puedo contar con una mano los que se me han resistido y me sobran dedos, así que, nunca tengo problemas de sustento, porque la mayoría son débiles, y demuestran los miserables que son una vez que son dejados solos.
Así entre mis pensamientos seguí mi búsqueda, recorriendo las atestadas calles de esta urbe, veo presas perfectas pero que al acercarme lo suficiente detalló la protección de un guardián por lo que las voy descartando, doblo una esquina que descubre una gran área verde, donde hay cientos de personas, pero algo me llamó la atención, ella. Una chica… perfecta, esa era la palabra, llorando, sola, asustada, y lo mejor de todo sin ningún ángel protector.
Me acerqué haciendo uso de mis facultades y habilidades, tratando de que los humanos presentes no se crucen en mi camino, ya que para alimentarme de ella necesitaba estar cerca, lograr captar su esencia, que su dolor me regodeara, verla retorcerse de la desesperación, así me volvería más fuerte, y en el caso de ser necesario empujarla al abismo, entre más dolor sienta más obtengo.
Debo decir que de los de mi clase era una de las mejores. Un demonio que solo necesita dolor para subsistir es maravilloso ¿verdad?, hasta los de mi mundo me temían, pues lograba transformar el entorno a mi antojo con mi capacidad de agudizar el dolor de todos era una arma mortal, y eso él lo sabía, aunque claro no lo reconoce, jamás aceptaría que uno de nosotros era mejor que él, que alguno podría causar más dolor y desolación , y nunca admitiría que yo soy el único capaz de destruir lo que a él le ha llevado milenio de intentos fallidos, la Humanidad. Si lo puedo decir yo sería capaz de arruinar el reino de bien y amor que ese ser que tantos veneran ha establecido en este detestable mundo; pero no logro comprender por qué los consideran importantes, no sé qué es lo que a ellos le llama o les atrae, uno desgarrándose, desangrándose y sacrificándose por salvar a esos seres miserables que solo saben ser egoístas, malvados, detestables, abominables, que se destruyen entre sí, y solo buscan poder y gratificación; que su sed de más y más los lleva a cometer actos tan viles, tan bajos sería mejor que acabaran con todos de una vez o simplemente no existir. No sé por qué le tiene fe como él dice, además vender esa patraña que ellos llaman amor, y que tienen una alma o un corazón, por favor, hablar de enamorarse, dar por otros, que estupidez, no sé si él en realidad cree en toda esa falacia o es solo una manera de continuar con esta guerra absurda entre según el bien y el mal, ya que para mí no es más que una lucha de poder, de ver quién es más fuerte para quedarse con sus juguetitos, y mi creador todo lo contrario, busca su destrucción, busca que se vuelvan más egoístas, más despiadados, sentido no le encuentro, si él quiere monstruos entre nosotros hay bastantes.
Y ahí esta ella, con esas facciones delicadas, sin duda entre su especie podría considerarse hermosa, ojos grandes de un profundo negro, una tez oscura, pero sin lugar a dudas hermosa, delicada, dulce de ver, sin ninguna imperfección que dañe u opaque su belleza, una silueta estilizada; pero con una alma tan atormentada, que la hacía más hermosa para mí, más perfecta, más especial, nunca he podido decirle que no a un buen aperitivo, por más fuerte que me sienta, y esta chica me está brindando un delicioso postre.
Sin más decidí que era hora de tomar lo que ella tan fácilmente me estaba ofreciendo, así que con paso lento pero firme, comencé a eliminar la distancia que nos separaba, ya una de las condiciones para lograr mi objetivo es estar cerca, claro que ese no sería un inconveniente ya que una de nuestras similitudes es esa, físicamente no somos diferentes, tenemos cuerpos como los humanos, con la particularidad que podemos cambiarlo cuando deseemos y que poseemos habilidades que ellos ni soñarían. Yo por mi parte también puedo ser considerado atractivo entre los humanos, así que las féminas son mi presa más fácil, porque acercarme a ella no será difícil. Lo interesante de esto es que nosotros no tenemos sexo definido como ellos, simplemente somos seres, no hay femeninos y masculinos, simplemente un demonio, una criatura, así que acercarme a ella no será difícil.
Estaba a simplemente unos pasos de mi objetivo, cuando algo me detuvo, era como una energía, una fuerza invisible que me impedía avanzar, que me impedía acercarme, era como un escudo, como un protector.
POV STELLA
Una vez más recorro las calles de este mundo con una misión, proteger y cuidar. Pero esta vez mi paso no es lento, o acompasado, es veloz, pues el tiempo se agota y mi protegido está en peligro, no solo la amenaza de sí mismo, sino de los seres de la noche, seres abominables que alimentan con el dolor de estas hermosas y dulces criaturas que lamentablemente tienden a perderse, a equivocarse de camino, es por eso que estamos nosotros, sus guías, guardianes, sus protectores.
Las calles estaban frías, tristes, mi don me lo decía, ella peligraba, su dolor es demasiado grande, su pena una carga muy pesada para su dulce alma. El miedo la corroía, la invadía y el cazador esta cerca. Hasta yo sentía miedo, a no llegar a tiempo, a perderla; por lo que corría desesperada, lástima que debía adoptar forma humana, y por lo tanto prescindir de mis alas, aunque de todas formas mi velocidad es superior a la de los humanos.
Hacen tan solo segundos que estaba en sección, y de buenas a primeras todos sentimos este peligro que acechaba.
¨Estábamos en conferencia máxima, pues era necesario encomendar las misiones, normalmente estamos asignados a un protegido, nuestra misión es guiar a los que se encuentran más perdidos para así a la hora que puedan estar en peligro ellos tengan la capacidad de discernir entre el bien y el mal, ya que por más que queramos protegerlos de todo mal, no es imposible, primero somos muy pocos, ya que no todos tenemos la capacidad para ser guardines, segundo el libre albedrio otorgado por nuestro padre no existiría sino permitiésemos que ellos tomen sus propias decisiones, por lo que nos encargamos de ser un soporte en los momentos difíciles, aunque no nos vean y escuchen ahí estamos, los abrazamos cuando tienen miedo, les susurramos palabra de alientos en los momentos en que las necesitan, les damos amor cuando sienten que carecen. Somos los pilares para evitar que se derrumben porque los amamos, como nuestro padre los ama.
-Mis queridos hijos, hoy como siempre estamos aquí para asumir una misión, tomar a algunos de sus hermanos en la tierra para su cuidado, pero debo advertirles, el mal cada día alcanza niveles insospechados, cada día se apodera de mas almas, cada día hace el esfuerzo por destruirlos, debemos seguir con la lucha, ellos merecen amor, y es nuestro deber dárselo. Yo como su creador debo cuidarlos, y es por ello que les he pedido que asuman esta labor, se que es egoísta de mi parte pedirles este sacrificio, pero mi única excusa es que es por amor - Habló nuestro padre, tan solemne y dulce, además de que creo que puede estar desvariando, como puede pensar que es egoísta, quien es el único ser por su categoría de ser supremo que no conoce ese sentimiento, solo sabe dar, amar y cuidar de sus hijos.
-No padre, no lo consideramos una carga, este es un deber que hemos decidido afrontar por amor.- hablo Mael, nuestra voz, ya que no solo era una alma pura y transparente sino también una alma sabia y poderosa.
-Gracias hijo, sé que esas palabras es el eco de todos los presentes. Issel creo que es hora de que comiences con las asignaciones.
Pero justo en el momento en que nuestro líder se levantaba de su silla para comenzar a organización y así todos pudiéramos dirigirnos a nuestras responsabilidades, toda la calma, la paz fue sustituida por miedo, desesperación y una sensación de peligro abrazadora.
Nuestros sentidos se pusieron alertas, y sobre todo nos preparamos para proteger a nuestros hermanos de lo que en estos momentos lo amenaza, porque aunque no podemos decidir por ellos, en este momento debemos intervenir pues se está poniendo en peligro directo a un ser inocente, que está pasando por un difícil estado.
E inmediatamente lo entendí, esta responsabilidad era mía, ya que aunque empleamos la palabra asignar, no nos asignan a nadie, cada alma elige su guardián y esta me eligió a mí.
-Mi querida Stella, creo que es hora de partir para ti, tienes misión que cumplir – mi padre con su gran don también lo notó, aparte de que mi estado había cambiado visiblemente.
- Si padre.
-Que la fuerza del amor te acompañe.
Y así sin más, salí de la gran habitación de nubes, y comencé mi descenso al mundo terrenal para cumplir lo que de nacimiento es mi deber… proteger.
Al llegar a un gran parque vi a mi protegida, sola, indefensa, frágil, vulnerable y aterrorizada con el cazador a solo unos pasos de ella. Sin pensarlo mucho desplegué un aura de paz y amor; no es la protección más fuerte pero lo aleja lo suficiente ya que ellos no entienden esos sentimientos, para poder infundirle algo de energía positiva y confianza.
Lo veía estático en su lugar, aunque solo por la impresión, sé que pronto lograra sobreponerse y contraatacar. Me acerqué con sigilo hasta donde ella estaba, era momento de actuar pues el tiempo se agotaba.
-¿Hola, puedo ayudarte? - pregunté, con voz clamada y dulce, la idea era que confiara en mi.
-No, lamentablemente nadie puede.- me contesto reflejando la gran tristeza que la embargaba, sentada en el césped con su hermoso rostro bañado en lagrimas.
-¿Qué tal si me dejas intentar?
-¿Qué puede hacer por mí, devolverme lo que he perdido?, no puede, así que por favor, no insista - me contesto con la voz rota por el dolor.
Al escucharla mi alma se destrozo, pero no era el momento de mostrarme débil, debía hacer que tuviera fe, así que con una dulce sonrisa y transmitiéndole amor y fuerza le hable -Tiene razón no puedo, pero puedo decirte que todo estará bien, puedo estar ahí cuando me necesites, puedo ser tu apoyo, y decirte lo mucho que vales y que en mi tienes una amiga, seguro no es mucho pero ayudara.
-¿En serio?- asentí – muchas gracias, ayudaste. – y sin más se lanzó a abrazarme. En ese momento supe que debíamos movernos, el depredador acababa de lograr sobrepasar mi barrera y estábamos en peligro, aunque ella ya estaba mejor al menor descuido él atacaría.
- Mi nombre es Stella, ¿cómo te llamas?- le pregunté con la esperanza de crear un lazo, y poder llevármela de aquí.
- Nayla, me llamo Nayla - me dijo con una media sonrisa que no se reflejo en sus ojos.
-Bueno Nayla, ¿Qué tal si vamos por un café?
-Supongo…
La tome de las manos y la saque de ahí, sabía que llegaría el momento de enfrentarnos pero ahora no era el indicado. Llegamos a un pequeño café, con un ambiente relajado y lleno de paz, justo lo que necesitaba mi protegida en este instante. Una mesera nos tomo la orden, le ofrecí a Nayla un trozo de pastel, eso siempre ayuda.
A los pocos minutos llegó nuestro pedido y entre pláticas y conversaciones triviales se nos fue el resto de la tarde, por lo que decidimos que era hora partir, así que nos despedimos, prometiendo seguir en contacto. Ella se dirigió a su hogar, para ella yo haría lo mismo, pero mi hogar desde ahora era a su lado. Así que opte mi forma guardiana y emprendí mi camino a su lado. Llegamos a su casa, ya estaba más animada, decidió acostaste de inmediato y a los pocos minutos cayó en un profundo sueño.
Las horas humanas pasaban y todo transcurría normal, hasta que sentí su presencia, era hora…
POV ABIMAEL
Luché durante unos minutos contra esa fuerza que me detenía, cuando logre soltarme entendí que sucedía, tenía un guardián a su lado, ya se estaban alejando así que debía ponerme a pensar cómo actuar pues una vez elijó una presa no la abandono, no importa a cuantos protectores tenga que destruir, y ella seria mía.
Por lo que pude ver era bastante inteligente, logró obtener su confianza, cosa que normalmente lleva varios intentos y ella lo consiguió en solo unos segundos. Pasaron la tarde en un café, así asumí que ese no era mi momento. Finalmente se retiraron, cada uno por un camino diferente, aunque estaba más que claro que el guardián no la dejaría, simplemente cambiaría de forma.
Unas horas después mi nuevo juguete estaba dormido, así que era hora de actuar, hora de conocer a rival. Me moví sigilosamente, esperando encontrar una brecha, estaba bastante cerca, y de un momento a otro la sentí, pero no solo eso, estaba frente a mí, y lo más extraño de todo es que no supe que hacer.
El ser más espectacular me miraba con unos ojos penetrantes, se adueñaba de mi voluntad, se me olvido mi objetivo, y si siempre pensé que el alma y el corazón no existía me acababa de dar cuenta que estaba equivocado.